Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cuba

Vitrinas en dólares: Ben Franklin y el buche amargo

Imagen
Lo aprendimos desde niños, cuando hacíamos la fila para el “buchito”, aquella solución de flúor que debía proteger nuestros dientes (eso nos decían..., aunque creo que la ciencia lo descontinuó por efectos adversos); debíamos mantenerlo en la boca sin poder hablar, ni tragar, ni botarlo. Había que ser disciplinado y soportar la lengua reposada y las ganas contenidas de jugar y expresarse. Todo concluía cuando la “seño” indicaba la acción: “Ya pueden escupir…”. Nunca me volví a sentir tan satisfecho de un escupitajo. Hace treinta años, la generación de nuestros padres tuvo que soportar un buche parecido, cuando se liberó el comercio en dólares americanos. Había que aguantarse frente a las vitrinas abundantes, porque los billetes de la caja del centro laboral permanecían con la figura inconfundible de los héroes nacionales. En su discurso del 26 de Julio del 93, cuando se despenalizó la divisa, Fidel dijo que implementaría la fórmula china: otra moneda propia en circulación, que sustituy

Reanimación perpetua de una franquicia soviética

Imagen
En todos lados hay un menú cubano: moros y lechón asado, yuca con mojo, empanadas y croquetas; en Miami, hasta las fondas chinas te ofrecen tostones y chicharrón. Es difícil de obviar las matrículas que dicen Holguín, Matanzas, Camagüey o el sonido de los dominós en algún apartamento del condominio. No hay mostrador sin cremita de leche, coquitos o pastel; los mercados surten casquitos de guayaba, flan, dulce de leche y pan cubano; pero también es frecuente hallar entre las latas de SPAM, la oferta de carne rusa, la fruta en conserva o el bálsamo de Shostakovsky. Si sólo indagas un poco más, te puedes refrescar con perfume Moscú, comprar un reloj Poujol y obsequiar un Cheburashka a un niño asombrado. A los Carlos y María, los acompañan los Serguei y Natasha “Excuse me, Sir., what is your name?” – “Vladimir”, responde, con el mismo acento de quien ordena un sándwich cubano con mermelada soviética. ¿Por qué, de entre todas las opciones practicables, el gobierno revolucionario elegiría el